Con su piel blanca como la nieve, cejas oscuras, labios rojo rubí y cabello negro, la geisha es un símbolo atemporal e icónico de la belleza en Japón.


Para dar comienzo al tema es valioso conocer el significado de ‘Karyukai’ con la cual quisimos titular este artículo, esta palabra de origen japonés significa “El mundo de la flor y el sauce” un término muy poético que hace alusión al mundo de las geishas.
Iniciaremos primero con la construcción del término geisha, a lo que designaremos como una persona que anima la fiesta con artes escénicas japonesas tradicionales como la danza, el shamisen y que es hábil en las artes escénicas. Uno de los conceptos más equivocados es que se suele creer que la geisha ofrece servicios sexuales a los clientes. Esta idea dista mucho de la realidad, pues las Geishas no tienen ni han tenido el papel o el oficio de una cortesana. Normalmente, la relación que se le hace con el ámbito sexual suele ser errónea.
Mientras que es más común encontrar mujeres que hombres en esta profesión, cabe aclarar que existen geishas masculinos, pero el número es bastante reducido. Originalmente las geishas desempeñan un papel en la animación de la sala de tatami, tocando instrumentos propios de su cultura, con flores y té, vestidas(os) con hermosos kimonos, pelucas extravagantes, maquillaje blanco y adornos en su atuendo.
Los inicios históricos de las Geishas se remontan a las bailarinas del emperador Kammu durante el siglo VIII, quienes se dedicaban a bailar las oraciones budistas y que poco a poco se fueron relacionando con los nobles. La figura más formal de la Geisha empieza a aparecer en Gion, distrito tradicional de Kyoto en donde algunos hombres tenían la tarea del entretenimiento de los nobles señores durante las ceremonias del té. Estos hombres llamados Taikomochi, solían ser bailarines y artistas y maquillaban sus rostros con polvo blanco.
Con el tiempo, las mujeres fueron ocupando el lugar en los oficios del arte y del entretenimiento llegando al siglo XVII del periodo Tokugawa, en donde, debido al crecimiento para ese entonces, de las Geishas y las Geikos, el gobierno japonés impuso una ley que prohibía a las artistas del entretenimiento ofrecer sus servicios sexuales, estos se limitaban única y exclusivamente a las prostitutas (Ley de 1799). Durante el siglo XIX, las Geishas se extendieron por todo Japón llegando a estar presentes en la mayor parte de los salones de té.

Para hablar de Geishas en la actualidad vamos a ubicarnos en Kyoto al ser una ciudad que mantiene las tradiciones vivas y que conserva muy bien la cultura Japonesa. En Kyoto se conservan cinco ‘Hanamachi’ que son conocidos como los barrios de las Geishas o ciudad de las flores. Estos son: Gion-Kobu, Gion-Higashi, Miyagawa-cho, Kamishichiken y Ponto-cho. En la actualidad visitar un hanamachi hace parte de todo un acontecimiento turístico cultural donde las tradiciones vivas rodean sus calles. Aunque Kyoto resulta ser uno de los lugares más famosos y visitados por los turistas, esta ciudad les permite tener un acercamiento real de las tradiciones japonesas, pero en ciudades como Tokio también se pueden visitar Hanamachis que aún funcionan.

Ahora las Geishas se trasladan desde sus okiyas a los restaurantes o casas de té para entretener a los clientes. Las Geishas entonces se pueden encontrar de manera normal en eventos como banquetes, en donde, con bailes, instrumentos y canciones sirven de manera muy amena y encantadora a los invitados como excelentes damas de compañía. Hoy por hoy quedan muy pocas de estas artistas en el país, donde una vez hubo cerca de 100.000 geishas en todo Japón, hoy quizás quedan entre 2.000 aproximadamente.
Curiosidades
- Antiguamente las geishas eran referentes de moda, eran precisamente ellas quienes marcaban las tendencias.
- El kanji geisha significa personas que se dedican a las artes.
- Las primeras geishas fueron hombres.
- Las geishas son un grupo de mujeres cultas y refinadas que tenían un papel reservado a los hombres el de entretener con música, danza y buena conversación a sus acompañantes.
- Las geishas viven en los Okiya, que son albergues de alojamiento mientras dura su contrato. Allí se forman en diferentes disciplinas artísticas como: instrumentos musicales, poesía, literatura, teatro, ceremonia del té, entre otras.
- Las geishas se rigen por una jerarquía, empiezan su formación desde muy jóvenes como shikomi” y estaban encargadas de las labores de la casa y servían como ayudantes de las geishas adultas. Luego seguían las “maiko” que eran las aprendices de las geishas quienes aprendían todas las artes que una geisha debía dominar y finalmente las «geishas»
Las tradiciones de países como este nunca dejan de sorprender, desde el arte, la gastronomía y por supuesto, las costumbres. Y es que, quién de nosotros no ha sentido interés por elementos tan distintivos de la cultura nipona como los samuráis o las geishas, estas últimas, mujeres llenas de encanto, sensualidad y elegancia que provocan emociones tan variadas como la admiración, la curiosidad e incluso, el misterio.
«Ser Geisha implica ser apreciada como una obra de arte viva». – Memorias de una Geisha
