El país del Sol Naciente tiene incorporado el chip de la tecnología en todos los aspectos de la vida cotidiana, y los sanitarios japoneses no podían ser la excepción. 

Japón es un país conservador si se mira lo relacionado con las tradiciones, hay un respeto ancestral por los mayores y mantiene la milenaria ceremonia del té, donde el matcha, o té verde, es el único que se puede usar para esta ocasión. 

Sin embargo también es abierto a la tecnología, como lo demuestran sus rutas de trenes de alta velocidad, impulsados por electromagnetismo, pero ¿baños automáticos que limpian a las personas? Sí, es posible desde hace varias décadas. Los retretes japoneses se han convertido en todo un símbolo en el país que incluso traspasa las fronteras y llegan a otros territorios asiáticos, como Corea del Sur, por ejemplo. 

Usar el inodoro en Japón puede convertirse en toda una aventura para el occidental que por primera vez pisa este lugar. Se encontrará primero con un tazón que al detectar por movimiento al que entra abre su tapa como dándole la bienvenida. Pero como suele ocurrir, estando solo, va a encontrar para su operación una serie de mandos que pondrán nervioso al que vaya a usarlo. 

Le tenemos

Principalmente porque para la operación encontrará una serie de convenciones que son el manual de instrucciones. Algo inusual en la cultura occidental acostumbrados a abrir la tapa, depositar allí lo que tenga el organismo y usar papel en cantidades desproporcionadas

Desde el punto de vista ambiental, los sanitarios japoneses deberían estar en todo el mundo porque reducen considerablemente el uso del papel, algo que el propio Bill Gates ha querido lograr sin éxito. Volviendo al tema del uso, una vez el paciente haya finalizado deberá escoger qué chorro de agua limpiará su cuerpo. Para eso existe un bidé que manda un fino torrente de agua a temperatura media y hay papel higiénico para los que estén acostumbrados a usarlo y concluir con el proceso. El siguiente video es una pequeña demostración de cómo funcionan estos retretes. 

Fuente: Youtube/Kastapasanda

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Datos curiosos

Un baño con inteligencia artificial como es el caso de estos retretes tecnológicos, están en casi el 80% de las viviendas japonesas. Hay modelos que alcanzan los 300 euros y otros mucho más sofisticados que pueden alcanzar los 3.000 dólares. Los más avanzados cuentan con características como: 

  • Calefacción
  • Chorros de agua templada: con temperatura y presión ajustables en ocasiones.
  • Secado con aire templado
  • Sistema de eliminación de olores: con un ventilador y un conversor catalítico.
  • Nebulizador automático: se activa con el acercamiento del usuario.
  • Control remoto para spray y otras funciones
  • Limpieza automática
  • Solución antibacteriana
  • Función de enema
  • Luz LED nocturna
  • Lavado masculino/femenino
  • Opciones para niños
  • Ahorro de energía

Prácticamente invitan a permanecer dentro del baño por un largo periodo.

Se presume que los inodoros japoneses no han tenido la suficiente acogida en occidente por un tema cultural ya que desde la infancia se nos ha enseñado a utilizar el papel higiénico para limpiar las necesidades fisiológicas. 

«Convencer a alguien de cambiar sus hábitos en el uso del papel higiénico, que están arraigados en ellos desde la infancia, es como poco difícil», decían en 2016 algunos fabricantes de baños como Kohler o Brondell. El reducido éxito de los inodoros en Japón dentro de la cultura occidental también puede deberse a: 

  • Voltaje: en Japón se utiliza un voltaje de 100-110 V, mientras que en muchos países se hace uso de voltajes de 220 V.
  • Enchufes en el baño: aunque es habitual encontrar enchufes para conectar el secador u otros accesorios en el baño, no es habitual encontrar estos enchufes al lado del retrete.
  • Tazas no compatibles: la forma de anclar la taza al «cuerpo» principal del inodoro no encaja si usamos una taza comprada en Japón. Para hacerlo hay que comprar un adaptador que solucione el problema, algo no trivial.

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