Foto: Alejandra Bohórquez – Kōri Café Japonés

Los japoneses les encantan las fiestas y los regalos y allá es común demostrar el agradecimiento que se tiene a las personas por medio de obsequios. De acuerdo a la época del año, los presentes pueden variar y tienen diferentes significados. 

Ya hemos hablado en este blog en una entrada anterior de los chocolates que se obsequian el 14 de febrero, una tradición demasiado joven y que fue impuesta por las fábricas chocolateras japonesas para mover las ventas de ese producto en los 80. Pero recientemente, las mujeres se han ido rebelando a esa ‘tradición’ y solo el 60% de ellas admite que regala chocolates a sus amigos y compañeros de oficina solo por ‘quedar bien’ en el trabajo. 

Según información del portal http://www.eldiario.es, las niponas están ‘hartas de la tradición’ que les ‘obliga’ a regalar chocolates en San Valentín. No entienden por qué tienen que gastarse una cantidad nada agradable de yenes por solo satisfacer los caprichos del capitalismo y consentir a los hombres. Además, suelen sentirse subvaloradas un mes después, el 14 de marzo cuando son ellos los que deben devolver los regalos a las chicas y muchas de ellas quedan esperando a que les regresen el detalle que dieron. 

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Pues bueno, no es la única época del año que se entregan regalos. Existen también los regalos durante el verano (ochūgen) y los presentes de invierno (oseibo). A mediados del año, se utiliza el ochūgen que es un obsequio que se entrega en agradecimiento a las personas que nos han ayudado durante el año. La costumbre de dar y recibir regalos se llama zōtō, y sirve para mejorar las relaciones sociales. Las diferentes formas en las que se realiza esta práctica forma parte de la cultura japonesa.

De otro lado, también está el oseibo, que consiste en dar obsequios durante el invierno a modo de agradecimiento, a las personas más cercanas o que más les han ayudado durante ese año, ya sean familiares o compañeros de trabajo.

Además, la costumbre japonesa marca que el oseibo tiene que ser más importante que el  ochūgen, el regalo que se entrega en verano. De esta forma, los japoneses gastan más dinero en el regalo invernal que en el estival. Otro aspecto curioso de la cultura japonesa es que en vez de entregar en mano el regalo, lo envían por mensajería.

¿Entonces qué regalar? 

Se ha vuelto común regalar pastelería y confitería. Foto: Alejandra Bohórquez – Kōri Café Japonés

Dependiendo de la fecha que se celebra y la persona el regalo varía. Por ejemplo, durante el mes de las madres, que también es en mayo, cuando cae el segundo domingo del mes, es común regalar frutas de altísima calidad. Uno de los más curiosos son las frutas de lujo como melones o sandías que pueden llegar a costar lo mismo que un carro

De acuerdo con un artículo publicado en BBC Mundo, en 2016, una pareja de perfectos y redondos melones originarios de la región de Yubari, en el norte del país, fue vendida mediante una subasta en US$27.000. En julio del mismo año, un racimo de uvas japonesas del tipo Ruby Roman -rojas y cada una del tamaño de una pelota de ping pong- fue comprado por US$11.000.

La fruta como obsequio en Japón es todo un arte por la manera en que se cultiva y el rigor durante el proceso. La sandía en forma de cubo alcanza los 12.960 yenes, alrededor de $408.000 y es un regalo en el día de las madres que se da para su contemplación, no para su consumo. “Aunque yo he visto que acá las compras y las personas se las comen”, agrega Alejandra Bohórquez, socia de Kōri Café Japonés, quien es nuestra enviada especial en Tokio, Japón. 

Foto: Alejandra Bohórquez – Kōri Café Japonés

Durante el oseibo se suele dar como regalo característico algo que sea más consumible. Generalmente regalan comida o bebida, pero siempre de temporada y de buena calidad. ¿Por qué? Porque los japoneses consideran que es muy difícil que este regalo no guste al destinatario. Además, al ser consumible, no ocupa espacio y por tanto no puede convertirse en un estorbo.

El regalo más popular es, sin duda, la cerveza. También son comunes el café y otras bebidas, las frutas y los dulces, productos del mar frescos del lugar, o cupones de compra, entre otras cosas. La razón de que se regalen alimentos es que es poco probable que la persona que los recibe los considere un regalo de mal gusto. 

Además, como son consumidos, no se convierten en una carga ni un objeto más en la casa de la persona que los recibe. Respecto al dinero que se suele gastar en cada regalo, dependiendo de la edad de la persona que lo recibe y nuestra amistad con ella, se suelen utilizar entre 3.000 y 5.000 yenes. Por otra parte, en los últimos 2 o 3 años han comenzado a proliferar los regalos de productos relacionados con la salud.

Otro regalo muy apreciado en Japón son las figuras de animales por el significado cultural y religioso que se les aporta. Por ejemplo, obsequios como la grulla son muy apreciados ya que a esta ave se le otorga un aura de espriritualidad que es famosa en todo Oriente. Esta estilizada ave resalta por su elegancia y por estar cargada de una serie de buenas connotaciones que la han hecho ser parte integral de la cultura nipona

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